La fotografía nocturna se define como aquella fotografía que se realiza en un margen de tiempo comprendido entre el orto y el ocaso del sol, es decir cuando no hay sol por encima del horizonte.
Las imágenes nocturnas, ya sean con las estrellas apareciendo como puntos en el cielo, como líneas, con la luna o bien con luces parásitas tiñendo el cielo de verde o rojo, crean una atmósfera única y mágica. A ello se une la sensación de momento irrepetible que proporciona un cielo estrellado o una luna en creciente, como si de un paisaje ancestral se tratara. Es por ello que muchos fotógrafos se detienen frente a una imagen nocturna y desean poder realizar algo parecido con su equipo, en sus localizaciones.